miércoles, 25 de noviembre de 2009

Paroaria coronata

Amigos:
creo que con esta propuesta de entregas he logrado con todo éxito convertir mi Bló en Siberia
8486 pasó a la historia y yo "tamien".
Me voy a tomar unas vacaciones, aunque no dejaré de pasar por sus casas, si es que me lo permiten.
Ahi le dejo los colores de la bandera de la victoria, que he modelado con luces provenientes del Cardenal y el cielo.
Hasta la victoria del Domingo.
Un abrazo, de El Tordo.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Passiflora encarnata (Mburucuyá) y Mangangá

entrega tres, si quiere conocer la primera y la segunda, tiene que ir para atrás en el tiempo y ver las dos entradas anteriores.
ara saber como continúa.......
en la próxima entrega.

8486

...........estoy frita, se dijo...........


Luego cuatro potentes brazos, vestidos de negro, la arrastraron por el corredor que ahora se iluminaba a su paso.
La tiraron en el piso de otro ascensor y pudo ver como marcaban uno de los pisos más altos, y sin prestarle atención se pusieron en posición de firmes.
02:13.- un ligero impulso le indicó que subían, en segundos se encontraban en el piso 183.- (ocho y una nueve y tres doce, también múltiplo de tres).-
La oficina en la que entraron arrastrándola, no tenía parecido alguno con las anteriores. La acomodaron en una silla de madera.
Desde un pequeño artefacto en mano de sus captores salió un débil rayo verde, recuperó su movilidad de forma instantánea.
Los pudo ver con claridad, eran dos hombres grandes y fuertes, iban vestidos con un mameluco negro sin vivos, tenían un número de tres cifras cada uno, en la cartera del bolsillo corazón, justo debajo del bien centrado logo CEAC, los pudo retener: 108 y 324 (tres y dos, son cinco, y cuatro; nueve, Tres cientos veiticuatro dividido tres, es ciento ocho). Tenían el pelo al rape, parecían gemelos, eran los primeros seres humanos que veía en el Edificio.
Ninguno le daba la espalda, mientras uno le apuntaba con el artefacto, el otro inició una breve comunicación. Luego ambos se retiraron.
Cuando quedó sola, hizo una evaluación de su situación. El artefacto del rayo verde podía serle de utilidad, si es que podía hacerse de alguno. Era cilíndrico, de unos trece a quince centímetros, decidió que eran quince (cinco y una seis, quince dividido tres, es cinco) y de quince milímetros de diámetro. Tenía varios comandos luminosos, que debía corresponder a diferentes tipos de rayos. AZUL, BLANCO, AMARILLO, ROJO Y ESCARLATA. Al lado de estos el comando VERDE (seis). Uno de los guardias lo tenía en la mano, el otro en un pequeño estuche junto al muslo derecho. Un dato a retener.
Se dedicó a ver la habitación, el piso era mullido de un color azul profundo, las paredes estaban revestidas de una madera oscura y roja hasta la altura de un hombre alto, no se veían ventanas pero sí pesados cortinajes púrpura, con el logo de La Compañía. No había puertas.
Pensó en correr, pero supuso que la vigilaban, decidió esperar y ver si las cosas se ponían de su parte.
02:52.-Un leve zumbido le llamó la atención, cuando vio en esa dirección, un panel de madera se movía y con lentitud, entraba un hombre enorme.
Parecía vestido con una carpa de circo. El mameluco negro tenía vivos escarlata y charreteras del mismo color. Sobre el corazón un número de seis cifra que por supuesto era múltiplo de tres.
Era un hombre obeso, que se movía con dificultad, no en cámara lenta, lo hacía con verdadera dificultad y esfuerzo, emitía ruidos sibilantes al moverse y respiraba roncando, con sed de aire. En su mano derecha llevaba el artefacto con los seis botones, ella evaluó sus posibilidades, pero decidió esperar, por lento que se moviera aquel paquidermo, apretar un comando no exige casi nada.
La cabeza calva estaba cubierta de gotas de sudor, los labios gruesos y de un rosado fuerte, dejaban ver sin embargo unos dientes amarillos, algo separados entre sí. El cuello de rinoceronte mostraba los pliegues de varias papadas.
Se sentó en un gran sillón ubicado detrás de un grueso escritorio de madera sólida. El ruido a cuero y resortes aplastados que acompañó su movimiento, fue grotesco. Encendió una luz encima de su pupitre y ella vio por primera vez un grueso expediente de hojas de papel sintético, y tapas de plástico rojas. El hombre gordo lo abrió con parsimonia, y luego de pasar unas hojas la miró.
03:00.- -Buenas noches, la estábamos esperando, su número clave es 8486 ¿verdad?- la mujer no contestó.
-Bien, bien.- dijo el obeso, -Y, dígame, ¿Por qué vino?-
-No vine me trajeron a rastras.-
-Bueno, es que usted tuvo….., como lo diríamos. Ummmmm, un arranque de carácter, sí, un arranque de carácter, porque si fuera algo más, sería una enfermedad fea y no queremos que usted tenga una enfermedad fea. ¿No es cierto?- La mujer volvió a guardar silencio.
-Veamos ¿Cómo es eso del concurso?- -Usted ya lo sabe, contesté en forma correcta la pregunta de un concurso y el premio que gané no me fue entregado.-
-Ah, claro, ya veo.- dijo, mientras seguía pasando hojas del grueso expediente. -¿y cuantas respuestas mandó?- - Una sola, La computadora lo sabe y usted ya lo sabe.-
-Claro, claro que ya lo sabemos. Pero es que una sola respuesta es algo irracional, cada respuesta debita cinco créditos y en general los participantes de estos concursos mandan respuestas que superan en diez o veinte veces el valor del premio ¿ve usted que es algo irregular, algo irracional, que no se puede resolver de buenas a primeras?-
-No, yo no lo veo así, contesté bien una pregunta sencilla, me gané el premio y me lo tienen que entregar, son las reglas.-
-No, no, no, esas no son las reglas, si todos los premios se entregaran con una sola respuesta, no habría negocio, los premios no se regalan, alguien los tiene que pagar, ¿me entiende?, además, usted no puede saber la respuesta, seguramente ha hecho trampas.-
-¡Trampas! ¿Llama hacer trampas a saber? ¡Yo se la respuesta, la contesto bien y gano el premio eso no es hacer trampas! Trampa es lo que me quieren hacer a mí.-
-Ah! Ya veo Usted cree que estamos confabulando en su contra!-
Una señal de alarma se encendió en su cerebro, una alarma roja fuerte y brillante, vio hacia donde quería el obeso conducir el interrogatorio y decidió cambiar de estrategia, no iban a declararla loca con facilidad. –No, no están confabulando, es que se debe tratar de un error, por eso vine hasta el Edificio, para ver que debemos hacer para solucionarlo, eso se todo.- Puso su cara más candorosa y le sonrió al su repugnante interlocutor.
03:30 -Bien, bien, bien; eso parece mejor, ahora ¿cree que la computadora o ¡YO! Nos hemos equivocado?- Puso un énfasis particular en la palabra “yo”, no era una palabra usada en La Compañía, siempre el “nosotros” demostraba que todo era parte de una misma cosa. A nadie le llamaba la atención, pero era claro que nadie pensaba por si mismo, no existía ninguna resolución unipersonal todo era el mismo conjunto CEAC-Computadora-Compañía (tres). La mujer entendió, entonces, que en ese expediente había muchas cosas de ella que es probable que ella no supiera, ese enorme hombre tenía algo personal en su contra. Su alarma interior le indicaba con fuerza que estaba en peligro. Trató de pensar con rapidez y parecer calmada, necesitaba una buena respuesta urgente.

martes, 10 de noviembre de 2009

Aunque la idea anterior no reunió demaciada concurrencia, aunque si dilecta; insisto, dijo el pardo rodriguez mientras le pegaba otra puñalada al moribundo.

Parte 2 (dos). ¿quería saber saber lo que decía la uno?

en la entrada anterior............
¿Quiere saber como sigue?
en la entrada que viene.

8486
continúa.
01:14.- en la pantalla de La Computadora, sonó una alarma, una mano gorda activó algunos controles y comenzó la comunicación:
-La tenemos, 8486 acaba de llamar.-
La comunicación cesó en forma automática y un hombre obeso con ropa de casa, miró a los niños que jugaban a hacer compras frente a la pantalla de La Computadora, dos eran sus hijos, los otros hologramas de sus amiguitos.
Se dirigió a su sala pantalla, con dificultad y paso jadeante, hizo algunas conexiones, pasó los informes, se cambió la ropa de casa por el mameluco de trabajo y salió hacia el Edificio.
01:14.- El chasquido, cerró la puerta al reconocer su ADN y salió trotando hacia las oficinas de La Compañía. No tenía medio de transporte propio, no le gustaba usar el transporte público, así que tal cual era su costumbre, trotó a buen ritmo por la ciudad aséptica. Los vehículos con ebrios de juerga eran la constante, no solo en la noche, sino también durante el día aún en los cortos horarios de trabajo. Se cuidó muy bien de ellos porque uno de los pasatiempos preferidos de los conductores de fiesta, era tener accidentes o atropellar a los escasos transeúntes. Nadie hacía nada para evitarlo, no habían controles ni sanciones. En realidad se consideraba un buen mecanismo de control demográfico. En esa ciudad, morían en un año, más personas que en toda la guerra de Vietnam.
En el camino pudo poner en orden sus pensamientos: La Compañía, no era un lugar seguro, desde hacía mucho tiempo se habían abolido los gobiernos y era La Compañía, integrada por los empresarios en el Comité de Estímulo Al Consumo (CEAC), los que regulaban la vida y actividad de todos. No se conocía policía ni guardias especiales, cualquier desvío a los parámetros estándares era controlado con un recorte o la anulación de los créditos y sin créditos no se podía vivir. El sistema de la compañía era sencillo, 2Te adaptas o te mueres”.
01:38.- Llegó al Edificio de oficinas de La Compañía, miró hacia arriba y no pudo ver donde terminaba,. A pesar de que estaba totalmente iluminado, su altura y la contaminación no permitían ver los pisos superpoder, ella sabía que eran 186. (Ocho más uno, es igual a nueve, que es lo mismo que tres veces tres y nueve menos seis es también tres).
Entró al Edificio transpirando, la gota de sudor que cayó en el esterilizado edificio fue absorbida y no quedó ninguna huella de aquella desviación.
La entrada estaba vacía, y aunque a esa hora no esperaba encontrar mucha gente, el enorme espacio la turbó, sintió agorafobia, una sensación para ella desconocida. En el centro del gran salón, se encontraba un mostrador circular de acero inoxidable, encima de un escalón, también circular de mármol gris. Estaba vacío.
Cuando la mujer se acercó, un ligero zumbido inició la conexión, el holograma del funcionario se formó frente a ella.
-Buenas noches ¿Número de código?- -8486.-
-¿Cuál es su consulta?- -Explicó de nuevo su problema.-
-¿Tiene suficientes créditos? Le podemos conceder más si los necesita- -si los tengo. Pero esa no es la consulta, porque es un concurso, no compro nada.-
-¿Cuántos mensajes mandó?- -Uno.-
.¿Y la respuesta era correcta?- -Si, era correcta y lo confirmó el sistema.
-Perdón, ¿Cuántos mensajes mandó?- -¡Uno, y solo uno!-
…………………………………………………………Suba al piso 36 ascensor 3 de la derecha, oficina 363. ahí un funcionario escalafón superior la estará esperando. El funcionario se apagó.
Sabía que no obtendría nada en ese lugar, decidió subir al piso 36 y ver de esta forma al funcionario de mayor grado jerárquico.
Ubicó enseguida la oficina que le indicaron ya que era acompañada por las luces del corredor que se encendían por delante de ella, mostrándole el camino, de la misma forma se apagaban a sus espaldas, como si le negaran el retorno.
01:48.- Al entrar el funcionario-holograma estaba encendido: -buenas noches la estábamos esperando, ¿en que la podemos servir?, Número de código.- -8486.-
-¿Cual es su consulta?- - Ya lo explique a La Computadora y a todos los funcionarios que he visto hasta el momento, es que gané un concurso y no me ha llegado el premio, ya hace más de una hora y veinte minutos.
-eso es incorrecto, hace una hora y veiticinco minutos. 00:23 realizó la operación en forma correcta.- - Bueno, por fin! Ahora: ¿me puede habilitar el premio para que sea entregado en mi materializador?.-
-Un momento por favor. Cuantos mensajes mandó.- -Uno solo, eso usted ya lo sabe.- -¿Uno solo? ¿y ganó el premio? ¿Cómo sabe que lo ganó?- -en primer lugar porque me lo confirmó La Computadora, en segundo lugar porque la respuesta era correcta.-
-¿Cómo sabe que la respuesta era correcta?- -es que la pregunta era sencilla, y yo conocía la respuesta, ¿puede hacer que me entreguen el micro componente?-
-Un momento por favor, ahora lo comprobamos, usted mandó una sola respuesta y la respuesta que envió es la correcta.- -¡Claro! yo se lo dije, ahora me puede mandar el micro componente por favor!-
-No, nosotros no podemos resolver esta situación, usted mandó un solo mensaje va a tener que…….
02:01.- La mujer golpeó con fuerza el transductor que generaba la imagen del funcionario, la imagen parpadeó,
-es que va a tener que ver a un fun………..
La mujer golpeó con más fuerza el transductor y la imagen desapareció por completo, la sala estaba en penumbras y ella se dio vuelta como si esperara encontrar alguien detrás, pero la oficina estaba vacía, decidió salir y se apresuró a hacerlo, en el quicio de la puerta miró en ambas direcciones del oscuro corredor y no vio nada. Corrió hacia el ascensor, pero ahora las luces no se encendían ni delante ni detrás de ella, al llegar al elevador miró hacia atrás temerosa, pero estaba sola, apretó el botón y la pantalla indicadora reconoció su ADN y titiló “En funcionamiento para recibir a 8486”.
02:07.- Cuando la puerta se abrió sintió una especie de alivio y relajó su musculatura, No pudo ver a los dos hombres que se acercaron por detrás, ni sintió dolor. El rayo azul le produjo un hormigueo en todo el cuerpo y cayó al suelo con la conciencia intacta.
Sus cuatro miembros estaban paralizados pero podía ver, oír, pensar. Estoy frita, se dijo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

el pajarito es un celestón (Thraupis sajata)

En la década del 30 y del 50, los autores de CF y de Terror, publicaban en revistas especializadas. Ahora nuestro conocido Stephen King publica en revistas similares.
Cuando los cuentos eran largos se publicaban por entregas semanales, o quincenales.

sostengo que el la blogósfera, no se deben publicar post largos y es lo que voy a hacer, subir este cuento por entregas y las causas son las que siuen:

1.-es muy largo para un posteo.
2.-estoy trancado y no se como sigue
3.-espero que el reto me saque de esta crisis creativa.

Aí va:
8486


22:26.-Se ajustó el calzado deportivo y salió de su casa sin cerrar la puerta, un chasquido eléctrico le indicó que la traba de seguridad se había ajustado en forma automática al leer su ADN saliendo. Esperó unos instantes hasta que sus ojos comenzaron a adaptarse a la oscuridad, estiró sus músculos y comenzó a trotar, lento al principio para después ganar un ritmo conocido y fortificante. Sintió el calor de la sangre encendiendo su cara, el creciente golpeteo de su corazón y el aire fresco de la noche entrando sin dificultad en sus pulmones. Eran las veintidós y treinta, y como todas las noches la mujer salía a correr.
Corrió por calles conocidas, aunque siempre elegía recorridos diferentes, los edificios y las casas se sucedían iguales en la aséptica ciudad. La ciudad tenía vida propia, se auto regulaba, se limpiaba sola, La Computadora era su centro sensitivo. Las casas en cambio parecían vacías, solo los cambios de luces y sombras, revelaban que sus ocupantes estaban frente a las pantallas del ordenador.
23:01.- destino.
23:31.- regreso.
00:06.-Una hora treinta minutos después entraba a su casa, había recorrido diez quilómetros y aunque sudorosa y con el pecho agitado, se sentía vital. Dejó la mochila cargada en la cocina, se desnudó y entró en la ducha fría, tuvo que ajustar la temperatura a “FRIO” varias veces porque La Computadora, no entendía su extraña costumbre.
00:15.-Aunque rara vez compraba cosas en La Computadora, siempre se sentaba un rato ante su pantalla, hoy tenía un interés particular. En efecto, sabía que la respuesta que envió era correcta y necesitaba el micro componente que se ofrecía en el concurso.
El cursor titiló y le pidió su número clave, tecleó: 8486.
El impulso eléctrico entró en el micro chip y velocidades asombrosas recorrió La Computadora. La respuesta demoró unos microsegundos, había ganado el premio de aquel concurso
00:18.-El sistema estaba plagado de ofertas para compras “clic”, los créditos que otorgaba La Compañía, se descontaban en forma automática, las entregas no. La mayor parte de las veces, las compras eran de artefactos que el comprador no necesitaba, en otras oportunidades, eran inservibles. Llegaban aspiradoras que tiraban por detrás el polvo que recogían por delante, hornos que congelaban la comida o la chamuscaban, dejándola de las dos maneras incomible. En otros casos se compraban paquetes sorpresa, que podían llegar vacíos o con aparatos a los que no se les encontraba ninguna aplicación. Tal vez la más loca de las compras era aquella en la que no llegaba ningún paquete y nadie lo esperaba, solo se hacía la compra por el mero interés de que se realizara un débito.
Los concursos eran otro de los eventos que llenaban las pantallas, todos ofrecían, si se contestaba una pregunta trivial, premios, la mayor parte de las veces, tan trivial como la pregunta.
00:21.- La pantalla le pidió su número clave para la entrega del premio, volvió a teclear 8486, y esperó la confirmación
00:24.- “El proceso a concluido con éxito”
00:33.- Revisó su materializador y lo encontró vacío, volvió delante de la pantalla.
Realizó todo el proceso de nuevo, pero la pantalla le contestó: “Procedimiento incorrecto, este trámite ya fue completado” y el cursor titiló al final de la frase.
Diez minutos después, abrió nuevamente el materializador, pero continuaba vacío. Revisó la conexión, y la configuración, la respuesta en la micro pantalla fue: “Working on line, acceso concedido”, pero el premio seguía sin llegar.
En su tercera entrada al sistema, la máquina, le dio un número para conectarse con La Compañía, vaciló unos instantes, luego le pidió a la casa que la comunicara con el número.
00:36.- Buenas noches se ha comunicado con La Compañía, Numero clave…….
-8486.-
-¿Cuál es su consulta?- recordó en forma instantánea que para La Compañía, no existían los problemas y se cuidó muy bien que no se notara en su video llamada tridimensional, que lo entendía como un problema. Ella sabía que estaba tratando con un holograma, no con una persona, pero sus sofisticados programas podían detectar hasta una pequeña elevación de su adrenalina, trató de parecer calmada.
Mientras el funcionario-holograma, estaba presente en su casa, le explicó lo del concurso ganado y que el premio no había llegado.-
-¿Número clave?- -Se lo dije al iniciar la comunicación, 8486.-
-Muy bien, pero no se altere, ¿Cuántas respuestas mandó?- -Solo una y era correcta.-
-¿Solo una?..................NO podemos resolver esta situación, deberá conectarse en las oficinas con funcionario de escalafón II.- el holograma desapareció y por más que lo intentó no pudo conectarse con La Compañía. Decidió que iría en persona, se calzo los “championes” deportivos y salió a correr hasta las oficinas.