martes, 10 de noviembre de 2009

Aunque la idea anterior no reunió demaciada concurrencia, aunque si dilecta; insisto, dijo el pardo rodriguez mientras le pegaba otra puñalada al moribundo.

Parte 2 (dos). ¿quería saber saber lo que decía la uno?

en la entrada anterior............
¿Quiere saber como sigue?
en la entrada que viene.

8486
continúa.
01:14.- en la pantalla de La Computadora, sonó una alarma, una mano gorda activó algunos controles y comenzó la comunicación:
-La tenemos, 8486 acaba de llamar.-
La comunicación cesó en forma automática y un hombre obeso con ropa de casa, miró a los niños que jugaban a hacer compras frente a la pantalla de La Computadora, dos eran sus hijos, los otros hologramas de sus amiguitos.
Se dirigió a su sala pantalla, con dificultad y paso jadeante, hizo algunas conexiones, pasó los informes, se cambió la ropa de casa por el mameluco de trabajo y salió hacia el Edificio.
01:14.- El chasquido, cerró la puerta al reconocer su ADN y salió trotando hacia las oficinas de La Compañía. No tenía medio de transporte propio, no le gustaba usar el transporte público, así que tal cual era su costumbre, trotó a buen ritmo por la ciudad aséptica. Los vehículos con ebrios de juerga eran la constante, no solo en la noche, sino también durante el día aún en los cortos horarios de trabajo. Se cuidó muy bien de ellos porque uno de los pasatiempos preferidos de los conductores de fiesta, era tener accidentes o atropellar a los escasos transeúntes. Nadie hacía nada para evitarlo, no habían controles ni sanciones. En realidad se consideraba un buen mecanismo de control demográfico. En esa ciudad, morían en un año, más personas que en toda la guerra de Vietnam.
En el camino pudo poner en orden sus pensamientos: La Compañía, no era un lugar seguro, desde hacía mucho tiempo se habían abolido los gobiernos y era La Compañía, integrada por los empresarios en el Comité de Estímulo Al Consumo (CEAC), los que regulaban la vida y actividad de todos. No se conocía policía ni guardias especiales, cualquier desvío a los parámetros estándares era controlado con un recorte o la anulación de los créditos y sin créditos no se podía vivir. El sistema de la compañía era sencillo, 2Te adaptas o te mueres”.
01:38.- Llegó al Edificio de oficinas de La Compañía, miró hacia arriba y no pudo ver donde terminaba,. A pesar de que estaba totalmente iluminado, su altura y la contaminación no permitían ver los pisos superpoder, ella sabía que eran 186. (Ocho más uno, es igual a nueve, que es lo mismo que tres veces tres y nueve menos seis es también tres).
Entró al Edificio transpirando, la gota de sudor que cayó en el esterilizado edificio fue absorbida y no quedó ninguna huella de aquella desviación.
La entrada estaba vacía, y aunque a esa hora no esperaba encontrar mucha gente, el enorme espacio la turbó, sintió agorafobia, una sensación para ella desconocida. En el centro del gran salón, se encontraba un mostrador circular de acero inoxidable, encima de un escalón, también circular de mármol gris. Estaba vacío.
Cuando la mujer se acercó, un ligero zumbido inició la conexión, el holograma del funcionario se formó frente a ella.
-Buenas noches ¿Número de código?- -8486.-
-¿Cuál es su consulta?- -Explicó de nuevo su problema.-
-¿Tiene suficientes créditos? Le podemos conceder más si los necesita- -si los tengo. Pero esa no es la consulta, porque es un concurso, no compro nada.-
-¿Cuántos mensajes mandó?- -Uno.-
.¿Y la respuesta era correcta?- -Si, era correcta y lo confirmó el sistema.
-Perdón, ¿Cuántos mensajes mandó?- -¡Uno, y solo uno!-
…………………………………………………………Suba al piso 36 ascensor 3 de la derecha, oficina 363. ahí un funcionario escalafón superior la estará esperando. El funcionario se apagó.
Sabía que no obtendría nada en ese lugar, decidió subir al piso 36 y ver de esta forma al funcionario de mayor grado jerárquico.
Ubicó enseguida la oficina que le indicaron ya que era acompañada por las luces del corredor que se encendían por delante de ella, mostrándole el camino, de la misma forma se apagaban a sus espaldas, como si le negaran el retorno.
01:48.- Al entrar el funcionario-holograma estaba encendido: -buenas noches la estábamos esperando, ¿en que la podemos servir?, Número de código.- -8486.-
-¿Cual es su consulta?- - Ya lo explique a La Computadora y a todos los funcionarios que he visto hasta el momento, es que gané un concurso y no me ha llegado el premio, ya hace más de una hora y veinte minutos.
-eso es incorrecto, hace una hora y veiticinco minutos. 00:23 realizó la operación en forma correcta.- - Bueno, por fin! Ahora: ¿me puede habilitar el premio para que sea entregado en mi materializador?.-
-Un momento por favor. Cuantos mensajes mandó.- -Uno solo, eso usted ya lo sabe.- -¿Uno solo? ¿y ganó el premio? ¿Cómo sabe que lo ganó?- -en primer lugar porque me lo confirmó La Computadora, en segundo lugar porque la respuesta era correcta.-
-¿Cómo sabe que la respuesta era correcta?- -es que la pregunta era sencilla, y yo conocía la respuesta, ¿puede hacer que me entreguen el micro componente?-
-Un momento por favor, ahora lo comprobamos, usted mandó una sola respuesta y la respuesta que envió es la correcta.- -¡Claro! yo se lo dije, ahora me puede mandar el micro componente por favor!-
-No, nosotros no podemos resolver esta situación, usted mandó un solo mensaje va a tener que…….
02:01.- La mujer golpeó con fuerza el transductor que generaba la imagen del funcionario, la imagen parpadeó,
-es que va a tener que ver a un fun………..
La mujer golpeó con más fuerza el transductor y la imagen desapareció por completo, la sala estaba en penumbras y ella se dio vuelta como si esperara encontrar alguien detrás, pero la oficina estaba vacía, decidió salir y se apresuró a hacerlo, en el quicio de la puerta miró en ambas direcciones del oscuro corredor y no vio nada. Corrió hacia el ascensor, pero ahora las luces no se encendían ni delante ni detrás de ella, al llegar al elevador miró hacia atrás temerosa, pero estaba sola, apretó el botón y la pantalla indicadora reconoció su ADN y titiló “En funcionamiento para recibir a 8486”.
02:07.- Cuando la puerta se abrió sintió una especie de alivio y relajó su musculatura, No pudo ver a los dos hombres que se acercaron por detrás, ni sintió dolor. El rayo azul le produjo un hormigueo en todo el cuerpo y cayó al suelo con la conciencia intacta.
Sus cuatro miembros estaban paralizados pero podía ver, oír, pensar. Estoy frita, se dijo.

7 comentarios:

  1. Me lo merezco por desordenado, ¡ahora quiero saber cómo sigue!¿Qué le pasó a la pobre mujer? por momentos me recuerda a odiseas vividas cuando alguna vez he hecho reclamos y me atiende una máquina o una operadoora que es lo mismo. Me identifico con la chica de las zapatillas. No me demore mucho con la próxima entrega, que ahora estoy intrigado y entregado.
    Un abrazo, felicitaciones, viene bárbaro.

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  2. Tordo, me dejaste con la expectativa zumbando. Y también con una intriga:¿es una novela?...
    ¿vos también estás esperando que pase este mes?... Me gustó lo que leí.Un beso.

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  3. Goliardo: no se como sigue, no como termina, estoy en plena crisis creativa y espero, que esta treta me obligue a terminarlo bien, es un poco largo y se me enredaron las piolas.

    flaca: como recién llegué del campo no contesto presto, a mi me gusta lo que escribí pero no puedo seguir y si escribo no me gusta lo que tengo que leer.

    Continúa.

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  4. Entonces tómese su tiempo, amigo. Ahora estoy más intrigado con una doble trama: la de la chica y la del autor. Tenga en cuenta que viene muy bien. Un abrazo.

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  5. Quedate tranquilo,Tordo, primero el campo, después los amigos y, finalmente, los relatos. O viceversa. Lo que quiero decir es que no tiene ninguna importancia que no sepas cómo va a seguir lo que estás escribiendo, lo importante es que estés acá y que compartas lo que escribas. Un abrazote, grande como una vaca.

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  6. ¡Uruguayos, uruguayos!¿Dónde fueron a parar?

    Perdón por dejarles un comentario en cadena, pero mi amigo blogger peruano Troba (http://trovadorsinsuerte.blogspot.com/) publicó una entrada que sé que les va a gustar. Además, se trata de un blog muy interesante, verdaderamente latinoamericano y amigo de esas viejas utopías que nos devuelven los sueños al alma. Espero que lo disfruten. Un abrazo para todos.

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  7. Lo que me resuta más increíble es como has reunido los fantasmas o los miedos que el avance de la técnica (contra nosotros) nos produce: El CEAC, El hablar con hologramas, las dificultades, broncas y frustraciones que nos provocan cuando llamamos a un call-center de Telefónica que te atiende desde Filipinas, el crecimiento demográfico (Malthus viejo nomás), el cuidado por la silueta, la alimentación, etc.
    Estoy sorprendido de que tengamos miedos o aprensiones tan compartidas. Y eso que no nos conocemos, si bien desde el punto de vista de los 6000 millones que somos, podemos decir que somos idénticos...

    Todavía no sé qué va a pasar con la muchacha, pero, tiempo al tiempo...
    Un abrazo

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