sábado, 21 de noviembre de 2009

Passiflora encarnata (Mburucuyá) y Mangangá

entrega tres, si quiere conocer la primera y la segunda, tiene que ir para atrás en el tiempo y ver las dos entradas anteriores.
ara saber como continúa.......
en la próxima entrega.

8486

...........estoy frita, se dijo...........


Luego cuatro potentes brazos, vestidos de negro, la arrastraron por el corredor que ahora se iluminaba a su paso.
La tiraron en el piso de otro ascensor y pudo ver como marcaban uno de los pisos más altos, y sin prestarle atención se pusieron en posición de firmes.
02:13.- un ligero impulso le indicó que subían, en segundos se encontraban en el piso 183.- (ocho y una nueve y tres doce, también múltiplo de tres).-
La oficina en la que entraron arrastrándola, no tenía parecido alguno con las anteriores. La acomodaron en una silla de madera.
Desde un pequeño artefacto en mano de sus captores salió un débil rayo verde, recuperó su movilidad de forma instantánea.
Los pudo ver con claridad, eran dos hombres grandes y fuertes, iban vestidos con un mameluco negro sin vivos, tenían un número de tres cifras cada uno, en la cartera del bolsillo corazón, justo debajo del bien centrado logo CEAC, los pudo retener: 108 y 324 (tres y dos, son cinco, y cuatro; nueve, Tres cientos veiticuatro dividido tres, es ciento ocho). Tenían el pelo al rape, parecían gemelos, eran los primeros seres humanos que veía en el Edificio.
Ninguno le daba la espalda, mientras uno le apuntaba con el artefacto, el otro inició una breve comunicación. Luego ambos se retiraron.
Cuando quedó sola, hizo una evaluación de su situación. El artefacto del rayo verde podía serle de utilidad, si es que podía hacerse de alguno. Era cilíndrico, de unos trece a quince centímetros, decidió que eran quince (cinco y una seis, quince dividido tres, es cinco) y de quince milímetros de diámetro. Tenía varios comandos luminosos, que debía corresponder a diferentes tipos de rayos. AZUL, BLANCO, AMARILLO, ROJO Y ESCARLATA. Al lado de estos el comando VERDE (seis). Uno de los guardias lo tenía en la mano, el otro en un pequeño estuche junto al muslo derecho. Un dato a retener.
Se dedicó a ver la habitación, el piso era mullido de un color azul profundo, las paredes estaban revestidas de una madera oscura y roja hasta la altura de un hombre alto, no se veían ventanas pero sí pesados cortinajes púrpura, con el logo de La Compañía. No había puertas.
Pensó en correr, pero supuso que la vigilaban, decidió esperar y ver si las cosas se ponían de su parte.
02:52.-Un leve zumbido le llamó la atención, cuando vio en esa dirección, un panel de madera se movía y con lentitud, entraba un hombre enorme.
Parecía vestido con una carpa de circo. El mameluco negro tenía vivos escarlata y charreteras del mismo color. Sobre el corazón un número de seis cifra que por supuesto era múltiplo de tres.
Era un hombre obeso, que se movía con dificultad, no en cámara lenta, lo hacía con verdadera dificultad y esfuerzo, emitía ruidos sibilantes al moverse y respiraba roncando, con sed de aire. En su mano derecha llevaba el artefacto con los seis botones, ella evaluó sus posibilidades, pero decidió esperar, por lento que se moviera aquel paquidermo, apretar un comando no exige casi nada.
La cabeza calva estaba cubierta de gotas de sudor, los labios gruesos y de un rosado fuerte, dejaban ver sin embargo unos dientes amarillos, algo separados entre sí. El cuello de rinoceronte mostraba los pliegues de varias papadas.
Se sentó en un gran sillón ubicado detrás de un grueso escritorio de madera sólida. El ruido a cuero y resortes aplastados que acompañó su movimiento, fue grotesco. Encendió una luz encima de su pupitre y ella vio por primera vez un grueso expediente de hojas de papel sintético, y tapas de plástico rojas. El hombre gordo lo abrió con parsimonia, y luego de pasar unas hojas la miró.
03:00.- -Buenas noches, la estábamos esperando, su número clave es 8486 ¿verdad?- la mujer no contestó.
-Bien, bien.- dijo el obeso, -Y, dígame, ¿Por qué vino?-
-No vine me trajeron a rastras.-
-Bueno, es que usted tuvo….., como lo diríamos. Ummmmm, un arranque de carácter, sí, un arranque de carácter, porque si fuera algo más, sería una enfermedad fea y no queremos que usted tenga una enfermedad fea. ¿No es cierto?- La mujer volvió a guardar silencio.
-Veamos ¿Cómo es eso del concurso?- -Usted ya lo sabe, contesté en forma correcta la pregunta de un concurso y el premio que gané no me fue entregado.-
-Ah, claro, ya veo.- dijo, mientras seguía pasando hojas del grueso expediente. -¿y cuantas respuestas mandó?- - Una sola, La computadora lo sabe y usted ya lo sabe.-
-Claro, claro que ya lo sabemos. Pero es que una sola respuesta es algo irracional, cada respuesta debita cinco créditos y en general los participantes de estos concursos mandan respuestas que superan en diez o veinte veces el valor del premio ¿ve usted que es algo irregular, algo irracional, que no se puede resolver de buenas a primeras?-
-No, yo no lo veo así, contesté bien una pregunta sencilla, me gané el premio y me lo tienen que entregar, son las reglas.-
-No, no, no, esas no son las reglas, si todos los premios se entregaran con una sola respuesta, no habría negocio, los premios no se regalan, alguien los tiene que pagar, ¿me entiende?, además, usted no puede saber la respuesta, seguramente ha hecho trampas.-
-¡Trampas! ¿Llama hacer trampas a saber? ¡Yo se la respuesta, la contesto bien y gano el premio eso no es hacer trampas! Trampa es lo que me quieren hacer a mí.-
-Ah! Ya veo Usted cree que estamos confabulando en su contra!-
Una señal de alarma se encendió en su cerebro, una alarma roja fuerte y brillante, vio hacia donde quería el obeso conducir el interrogatorio y decidió cambiar de estrategia, no iban a declararla loca con facilidad. –No, no están confabulando, es que se debe tratar de un error, por eso vine hasta el Edificio, para ver que debemos hacer para solucionarlo, eso se todo.- Puso su cara más candorosa y le sonrió al su repugnante interlocutor.
03:30 -Bien, bien, bien; eso parece mejor, ahora ¿cree que la computadora o ¡YO! Nos hemos equivocado?- Puso un énfasis particular en la palabra “yo”, no era una palabra usada en La Compañía, siempre el “nosotros” demostraba que todo era parte de una misma cosa. A nadie le llamaba la atención, pero era claro que nadie pensaba por si mismo, no existía ninguna resolución unipersonal todo era el mismo conjunto CEAC-Computadora-Compañía (tres). La mujer entendió, entonces, que en ese expediente había muchas cosas de ella que es probable que ella no supiera, ese enorme hombre tenía algo personal en su contra. Su alarma interior le indicaba con fuerza que estaba en peligro. Trató de pensar con rapidez y parecer calmada, necesitaba una buena respuesta urgente.

5 comentarios:

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  2. Ante todo, extraordinaria la foto del mangangá libando de la flor.
    Me tiene "agarrado" con este relato. Indudablemente juega con los elementos de la CF que más atrapan: el futuro "felíz", confortable y tecnológico que envuelve siniestros mecanismos de control social, pero que a veces fallan y colocan al héroe en una accidental revelación que pone en crisis tanto al protagonista como a ese mundo "perfecto" y autoritario.
    No sé si tiene algo que ver, pero me evocó un poco a la película "Brazil", de Terry Gilliam.
    Continue tranquilo cuando quiera, que viene realmente estupendo.
    Un gran abrazo de este "monje de clausura" que se escapa de su celda para disfrutar de sus imágenes y palabras. Un gusto de verdad.

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  3. Gracias Goliardo: es cierto que teine algo de Brazil, pero tiene mucho de Farenheid 471, de 1984, del Caminante Nocturno, en fin creo que tiene de todo un poco de todo lo que he leído, y por que no decirlo, creo que tiene algún pequeño aporte de éste servidor.
    Siga en su claustro, yo pasé por su casa y vi el cartel de "Ensguida vuelvo", Corrija monografías y exámenes, dentro de poco estaremos en contacto.
    espero con ganas uno de sus posteos.

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  4. No había leído el relato hasta ahora, porque andaba muy atareada, pero me atrapó...
    No soy consumidora de literatura de CF, pero no deja de interesarme un relato cuando es bueno, más allá de su género.

    Dejo de lado las referencias literarias que hicieron Goliardo y vos, y me voy a una cinematográfica y (pretendidamente) infantil: Wall-E, que es un peliculón, más allá de ser una supuesta animación para niños.

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  5. Andal13: Mas allá de ser animaciones, no siempre son para niños,o por lo menos no solo para niños, si, es un peliculón, espero que en lo que sigue también sea de tu agrado.

    Un abrazo

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